“Por amor a la profesión”

 


Muy buenos días queridos lectores. Hoy queremos compartir con ustedes una vez más una nota en la cual queremos destacar, lo importante que es ser un profesional, y que tan valioso es poder sentir vocación por lo que uno elige.

Hemos dejado plasmados muchas veces el rol que cumple enfermería, el arte de cuidar. Un trabajo dedicado y orientado a todas las personas, de diferentes edades que abarcan distintos aspectos de sus vidas y su salud. Una profesión que cuida, educa y atiende.

Enfermería incluye dentro de su profesión muchos aspectos para lograr una atención adecuada hacia sus pacientes, que como bien sabemos incluye a sus familias, entorno, trabajo y su comunidad. Un enfermero durante toda su profesión se capacita, estudia, se prepara y anticipa a posibles necesidades, también detecta posibles riesgos. Se encuentra en una búsqueda constante de herramientas, nuevos métodos y técnicas, obtención de información actualizada, para poder cumplir con sus objetivos de manera más eficaz.

En cada consulta, el contacto con cada uno de sus pacientes es especial, es una oportunidad de aprendizaje, una experiencia única para adquirir algo nuevo, obtiene siempre nuevas enseñanzas.

Muchas veces el paciente cuando se encuentra con un enfermero puede ser por un largo periodo de tiempo o tan solo quizás algunos minutos, tiempo en el cual realiza muchas actividades. El profesional no solo se detiene en lo que tiene que realizar, en cuanto a sus indicaciones médicas, sino que también se interesa por el bienestar del paciente, durante la práctica le pregunta; ¿cómo está, ¿Cómo se siente?, y basta tan solo con un gesto o algún movimiento (comunicación no verbal) para comprender lo que nos quiere comunicar. Evalúa al paciente de pies a cabeza, observa de su postura hasta su forma de hablar, desplazarse con suma atención detecta su verdadero estado de ánimo, observa su estado físico y emocional; detecta signos de alarmas ,posibles riesgos y necesidades que el paciente pueda tener o que puedan surgir.  Quizás aquel paciente fue por una simple consulta,  un inyectable , una curación de una herida o para control de signos vitales, pero que es una maravillosa oportunidad para obtener información y hacer una evaluación completa del paciente. El personal de enfermería conoce a cada uno de sus pacientes se preocupa por ellos y también por su entorno familiar, está presente en cada detalle y sobre todo está muy atento a las palabras que puedan emitir. Demuestra interés por su salud y presta fundamental atención para prevenir complicaciones.

Enfermería está preparada para enfrentar cualquier evento que pueda surgir, mantiene orden y limpieza, tanto en el lugar de atención cómo es su persona y vestimenta, alistada para recibir siempre a sus pacientes. Un verdadero profesional lleva puestos uniformes con compromiso, respeto y orgullo, como símbolo qué refleja su vocación y su amor por esta profesión.

Detrás de aquella consulta, de aquella puerta qué dice “Enfermería”, se encuentra un verdadero profesional repleto de valores,  humano, comprometido, respetuoso, empático, dispuesto atender, cuidar, escuchar a cada paciente desde la igualdad y con lo mismo objetivo, mantener y restaurar la salud.

“Por amor a la profesión, pero siempre con empatía y compasión”

 

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