ENFERMERIA DESDE EL COMIENZO DE LA VIDA.

 


¡¡Hola queridos lectores!! Hoy les traemos una nota que nos ayuda a conocer más sobre el rol de la enfermería en el comienzo de la vida, como eslabón principal entre la familia, el vínculo y ese nuevo nacimiento.

A lo largo de la historia se ha ido modificando el significado y la atención en salud (producto de nuevos conocimientos científicos, experiencias y aprendizajes) dando como resultado una atención en salud en permanente dinamismo y evolución.

El cuidado de enfermería también forma parte importante de esa evolución, acompañando a los pacientes de una manera integral, cubriendo necesidades biológicas, sociales y psicológicas.

En esta oportunidad nos centraremos en el proceso de atención: binomio madre/hijo, la importancia del contacto temprano y la internación conjunta.

¿De qué se trata la internación conjunta (rooming-in)?

Como mencionamos anteriormente, la salud es dinámica y se encuentra en permanente estudio, sin embargo, las investigaciones científicas de hoy día, sostienen que la internación conjunta es altamente beneficiosa, tanto para la madre como para el neonato.

Se trata de la permanencia del recién nacido y familia, en una misma habitación, durante su hospitalización, hasta el momento del alta. Estas condiciones podrán ser dadas, siempre y cuando, la salud de la parturienta y del recién nacido lo permitan y no requieran ningún tipo de atención especializada que lo contraindique.

Durante este período de internación conjunta, el rol de enfermería es peculiarmente activo. Aquí cobra un intenso protagonismo la comunicación, sirviendo de apoyo para la familia, despejando dudas y realizando acciones de promoción y prevención, incluyendo todos los aspectos necesarios a fin de conservar y/o mejorar la salud.

El enfermero además de ejercer habilidades de comunicación, transmisión y comprensión de información, deberá cumplir con su rol de investigador, administrador de recursos, tanto humanos como materiales, al mismo tiempo que, aplica su conocimiento científico para lograr una atención personalizada, observando y valorando el estado de sus pacientes, para poder identificar, prevenir o actuar en base a las complicaciones.

Los resultados esperados por el personal de la salud, dependerán en gran medida, de esta etapa, ya que, según la Organización Mundial de la Salud, un alto porcentaje de defunciones, tanto maternas como neonatales, son evitables y las soluciones sanitarias para prevenir o tratar las complicaciones, son bien conocidas y ENFERMERIA forma parte de esas “soluciones sanitarias”.

¿Por qué el contacto madre/hijo es tan beneficioso para salud?

¡Es beneficioso por numerosas razones!

Sabemos que la vida intrauterina es muy diferente a la vida extrauterina. Como es de suponer, se trata de un cambio muy grande y brusco para el bebé (en gran medida para la madre también) En ambos casos intervienen una serie de factores biológicos, psicológicos y ambientales, que hacen de este proceso, algo complejo de transitar.

El recién nacido debe adaptarse a este nuevo medio de vida, aprender a respirar y poner en funcionamiento toda su fisiología. El contacto temprano piel a piel y permanecer juntos las primeras horas de vida (donde el neonato se encuentra más alerta), influye positivamente. Al mismo tiempo que, posibilita la construcción de una relación afectiva y sana, que brinda seguridad y confianza, donde se establecen lazos y se conocen mutuamente. “El apego”.

 

Por otra parte, es beneficioso para la lactancia materna, favoreciendo la producción y síntesis de leche. Dando la oportunidad al personal de salud a promover y educar sobre su importancia, sus ventajas y todos los aspectos inherentes. 

En promedio, esta institucionalización suele durar unas 48 horas.

¡Horas muy valiosas!

Donde se realiza una evaluación precoz, se determinan signos y síntomas de alarma y se generan acciones estratégicas.

El objetivo es disminuir la taza de morbimortalidad y evitar reingresos hospitalarios. Esto se logra brindando un buen servicio, con conocimientos, empatía y vocación.

Como característica el enfermero también debe contar con estabilidad emocional. ¿Qué queremos decir con esto? No todos los pacientes (en este caso progenitor/es y/o familia) son iguales, pueden provenir de culturas y sociedades, con realidades y sentimientos totalmente diferentes a los nuestros, poniéndonos frente a situaciones laborales estresantes; también podemos vivenciar, junto a ellos, situaciones de tristeza y de dolor, pero aún así, no debería afectar en el desempeño personal y profesional.

Esta profesión acompaña e interviene en la dinámica familiar, haciéndolos participes de sus cuidados, para lograr en ellos una educación para el alta lo más satisfactoria posible. Nos encontramos en presencia de una vida que recién comienza y requiere de cuidados específicos que posteriormente van a ser brindados exclusivamente por sus cuidadores.

La sumatoria de estos aspectos y sostenidos en el tiempo otorgan calidad en el servicio y mejores resultados, haciendo de esto, una experiencia positiva para la familia y el personal.

  • * Imagen realizada por RAMIREZ, AGOSTINA. Alumna de primer año de enfermería de ISFTYD 236. Villa Ramallo.                                                                                                                                                                                                                                                                  "Por amor a la profesión, y, sobre todo, siempre con empatía y compasión."

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Resiliencia... una forma de vida.

21 de noviembre día de la Enfermería.

Burnout- Síndrome de desgaste profesional