Paya enfermeros: un rol con empatía.

  Buenos días queridos lectores, en esta ocasión les traemos un tema del cual habrán visto en películas como Patch Adams, en la cuál un estudiante de medicina realiza actividades poco comunes para su época afirmando que la risa es la mejor cura para las enfermedades.

 En este contexto, queremos contarles acerca de personas que se dedican a llevar un poco de alegría y esperanza a sus pacientes, los “paya enfermeros”. Estos enfermeros dedican su tiempo a llevar alegría a través de la risa como método de cuidados.



 El objetivo de estos profesionales se basa en hacer que el paciente pueda expresar y exteriorizar sentimientos y emociones, como el miedo, la ira, tristeza y enojo. El beneficio radica en que el exteriorizar estos factores tan negativos repercute de una manera positiva en la salud general del paciente.

 La risa y la alegría trasciende de manera intrínseca en el organismo haciendo que aumente la capacidad pulmonar, se liberan endorfinas en el torrente sanguíneo, aumenta el aporte hormonal y se agrandan los vasos sanguíneos lo que provoca un aumento del aporte sanguíneo.

 Imaginemos tan sólo la implicancia que este tipo de terapias, tiene en pacientes que resulten hospitalizados y se encuentran en un ambiente inhóspito y desconocido para ellos, cuantos fueron los momentos en los cuales estuvimos internados y sentimos angustia y miedo por no tener el control sobre nosotros mismos, por encontrarnos dependientes de aparatos médicos y de personas ajenas a nosotros, es en ese momento, en el cual estos profesionales deciden actuar, haciendo que el momento de la internación sea más amena y agradable. Realizando distintas actividades, dependiendo del grado de movilidad que tenga el paciente; como bailes, juegos didácticos, actuaciones humorísticas, contando chistes o simplemente contando un cuento a los más chicos. Todo esto con el objetivo de hacer sonreír al paciente y transformar los aspectos negativos del momento de la internación por otros más positivos y agradables.

Tal vez para muchos sea algo simple, pero no lo es, cuando el enfermero asume el papel de payaso, hace mucho más que eso, está humanizando su trabajo, porque se preocupa de que ese niño o ese adulto no pierda las esperanzas y vea su hospitalización, aunque sea por un momento, desde una perspectiva positiva. La hospitalización supone una ruptura con la rutina y el transcurso de los días de la persona, de repente está se encuentra con que no puede hacer todo aquello que antes hacía libremente, y ahí es donde aparece la angustia, tristeza; pero cuando aparece un paya enfermero, irrumpe esos sentimientos negativos y los reemplaza con felicidad, risas, que como ya sabemos son muy beneficiosas en el proceso de recuperación.

Los Paya enfermeros tratan de llevarle alegría a los corazones, no sólo de niños, sino a todos los que están pasando por un policlínico, y también al hogar de ancianos donde los reciben con mucha emoción.

Con esto nos demuestran que con ingenio y buena predisposición, podemos hacer de un día gris del paciente, un momento de felicidad que es lo que nos trae consigo.

Un gran gesto que se ve poco y cuando se ve, se nota que se lo hace con tanta pasión y desde el corazón.

Hoy desde nuestro blog queremos mandarles un abrazo de agradecimiento por demostrarnos que no solo es poner inyectables, medir la tensión arterial, etc. Es mucho más….

Por amor a la profesión, y, sobre todo, siempre con empatía y compasión”.

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