“Una historia, un retazo” …
¡Queridos lectores!
Una vez más nos encontramos en este espacio, para
invitarlos a interactuar con una nueva entrada de este blog de enfermería, que
nos hace participes de distintos temas de relevancia con una mirada desde la
profesión y el autocuidado. En esta ocasión, queremos acercarlos a la
vinculación con el otro y las relaciones que fijamos los seres humanos a lo
largo de la vida.
Para contextualizar este tópico de hoy, como es el
arte de generar vínculos vamos hacer hincapié en la teoría del Apego* donde se han sentado las bases para un mejor
conocimiento del desarrollo de los vínculos afectivos a lo largo de las etapas
de la vida (infancia, adolescencia y edad adulta). Tanto el inicio de esta
teoría como su modelo, que aparecen durante la vinculación temprana y primera
infancia, influirán en las etapas posteriores del desarrollo de la
personalidad. En este sentido, el modo en que el sistema de apego opere
inicialmente determinará las diferencias individuales que surgirán a lo largo
de la vida.
El estudio de los denominados “modelos operantes
internos”, además, permite analizar la continuidad e interrelación existente
entre los diversos aspectos de la personalidad en el ámbito de la afectividad y
de la vinculación. Si tienen el deseo e
interés de profundizar les dejaremos el link de una fuente confiable donde
explicara más sobre ello * https://www.awenpsicologia.com/teoria-del-apego/
Por otra parte, la consideración del apego adulto, en particular y haciendo
referencia a esta profesión, hará posible relacionar las características de los
distintos estilos de vinculación con la actitud de enfermería en el cuidado
emocional del paciente. En este contexto, ciertas actitudes claves en la
práctica como enfermeros, como son la confianza, la empatía y el asertividad,
serán puestas en práctica de modo distinto según el estilo de apego e historia
afectiva del profesional que las aplique, como también la sabiduría que domina
la ciencia y el arte del cuidado.
Para partir de esta idea vamos a aludir a una inspiradora poeta y
escritora, Cora Coralina quien describe en su poesía “Estoy hecha de retazos”
lo que hoy queremos compartirles y hacer una analogía con la profesión de
enfermería.
¿Nos pusimos a pensar cuántos vínculos forjamos a lo largo del transitar en
esta carrera de formación? Esto
nos lleva a imaginar que, en esta profesión, la enfermería, estamos hechos de
piezas de tela de diferentes colores y tamaños, esos vínculos que nos
entrelazan.
Cada “retazo” lo vamos cosiendo
entre sí, quedan bordados en el alma, y en ellos una lección, un aprendizaje,
un cariño, una nostalgia, un duelo, es decir; no siempre van a ser bonitos, ni
siempre felices, pero agregan una parte de lo que queremos ser el día de mañana
como profesionales.
En cada contacto, cada encuentro, en la manera de llegar al paciente, vamos
agrandando ese “lienzo de tela” que nos complementa en el arte de vincularnos y
nos hace más persona, más humanos.
Y es por ello, que nos lleva a pensar que es así la vida, se construye de
pedazos de retazos de otras personas y así vamos viviendo la enfermería, atado
a un proceso de vinculación constante, convirtiéndonos en parte de la gente
también. Dejando pedacitos nuestros por los caminos para que puedan ser parte
de otras historias, que cautivan, porque trasmiten emociones, pintan escenas,
nos traen aromas, sensaciones. Atraen porque nos hacen vivir otras vidas a la
vez, que nos conectan con nuestra propia vida.
Y
la mejor parte es que nunca estaremos finalizados y listos, nunca sabremos cual
será el último vínculo que forjaremos, porque siempre habrá un trozo para
añadir al alma que nos permite engrandecer esta historia.
“Que este arte de vincularnos que implica coser retazos en retazos, puede
que el día de mañana llegue a ser un inmenso lienzo”.
Para conseguir esto debemos establecer una comunicación efectiva con el
paciente. Durante el estudio de esta carrera además de enseñarnos
teorías/técnicas, se nos ha enseñado el
uso de la comunicación; principalmente poder gestionar emociones, ser
introspectivos para luego poder volcar a las personas una buena
comunicación no violenta y concluir con
esto que le hemos contado hasta aquí; crear lazos, sentirnos parte, ayudar a
quienes nos necesitan y pensar que nunca sabremos cual va ser el último vinculo
que forjaremos ya que nuestro labor nos permitirá establecer el cuidado del
vínculo relacional capaz de promover que las personas puedan mejorar y
transformar sus realidades, que siga siendo el motor que le otorga sentido,
basada en un intercambio entre profesional y el paciente. Esta relación
interpersonal permitirá afrontar los problemas que aparezcan e ir construyendo
y tejiendo entre diferentes actores, vínculos individuales, grupales y
comunitarios en los que los sujetos se sientan a la vez acompañados. Entre las
necesidades de los cuidados encontramos la más importante de ellas que es la
necesidad de establecer una correcta relación de vínculo con el otro.
Como cierre de esta nota queremos acercarles el texto poético de la autora
mencionada para que juntos sigamos pensando en el rol que queremos llegar a ser
en el futuro, desde esta profesión como también, en nuestra vida diaria.
"Por amor a la
profesión y, sobre todo, siempre con empatía y compasión"
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