Ni tan invencibles, ni tan fuertes.

 Hoy queremos escribirles para decirles: ¡¡¡GRACIAS!!! por todo el esfuerzo realizado día a día para salir adelante…

 Ellos están desde el primer instante, desde el día uno, hasta hoy , frente a un enemigo “invisible”. 

¿Quiénes son ellos? 

 ENFERMEROS, MÉDICOS, AUXILIARES, CAMILLEROS, CHOFERES, TÉCNICOS y todos aquellos que integran un gran equipo dentro de los hospitales, clínicas, salas de primeros auxilios, CAPS, dispensarios que se encuentran cerca de nuestros hogares. Trabajan arduamente las 24 horas del día, duplicando tareas, cubriendo compañeros, redoblando guardias, haciendo horas extras, quedándose "un ratito más", quizás, mientras un colega descansa un momento o se toma un café.

No importa la hora que terminen su turno, ellos siempre se toman un momento para pasar y ver a ese paciente que se encuentra en un estado delicado y no se van hasta asegurarse que "todo esté en orden".

También le vamos a escribir a nuestros BOMBEROS y POLICÍAS, que también forman parte de este maravilloso equipo, exponiéndose cada segundo a este virus, que ya conocemos. Ellos, que en cada servicio, acuden sin saber con qué se van a encontrar, la adrenalina que experimentan es admirable, solo hace falta un llamado, un toque de sirena para que estén preparados para salir. En cada asistencia demuestran sus fuerzas, energías, poniendo todo de su parte: conocimientos, técnicas, humanidad y amabilidad como profesionales que son.

Porque así son, dejan de lado un momento en familia, en casa, restando algunas horas de sueño, pero asegurándose que cada uno de sus pacientes se encuentre bien.

Pero… NO SON TAN INVENCIBLES como creemos, NI TAN FUERTES como parecen, todos sufren agotamiento físico y emocional, por cada compañero que no ha podido con esta batalla, que ha quedado en el camino de esta lucha, pero a su vez, obtienen toda la fuerzas que necesitan para salir adelante. 

Nos llena de gratitud saber que, en un futuro y no tan lejano, también formaremos parte de aquel valiente equipo de trabajo. ¡Nos inspiran y enorgullecen, nos contagian esas ganas, esa fuerza de lucha y esa maravillosa vocación!

Sin dudarlo, les decimos: ¡GRACIAS! Desde cada latido de nuestros corazones. Un gracias infinito, por cada hora de trabajo, por cada esfuerzo, por todo su sacrificio, por cada servicio, por cada paciente atendido, por cada uno que se fue de alta y por aquellos a los cuales se hizo hasta lo inalcanzable, pero no se pudo, por las familias de ellos y la de ustedes, por todos nosotros. 

Una forma de decirles GRACIAS, es cuidándolos, cuidando a sus familias, cuidando la tuya, la mía, ellos van a estar mucho más agradecidos…

Seguí quedándote en casa, valoremos a nuestros profesionales, sin ellos ésta batalla estaría perdida.

GRACIAS DE CORAZÓN. 

“Por amor a la profesión, y, sobre todo, siempre con empatía y compasión”.

Y ustedes, ¿A quién le dirían gracias?

Los leemos….