Enfermería y el trabajo en equipo.

     ¡Hola, estimados lectores! Durante el año 2020 la agenda ciudadana, gubernamental y de medios han sido prácticamente acaparadas por la pandemia que afecta a todo el planeta, dándole un tratamiento casi exclusivo. A raíz de esta situación, muchos problemas como la desigualdad social, sistemas sanitarios deficientes, contaminación ambiental y consumismo, entre otros, han recobrado mayor notoriedad, pero, si nos detenemos a reflexionar, el Covid-19 puede representar también la oportunidad y el desafío de poder renacer como sociedad y dirigirnos hacia la construcción de un lugar mejor para vivir; con la cuota de resiliencia necesaria podemos salir fortalecidos de esta situación adversa y hacer de este mundo un lugar más justo para todos ¿Esto se puede lograr? Aunque suene utópico, creemos que sí, se necesita tanto del deseo y el clamor de la sociedad toda como de la voluntad genuina de los líderes del mundo de dirigir las acciones en ese sentido. Para esto resulta necesario reconocer nuestro rol individual para que se complemente con el de los demás y lograr el éxito colectivo. Esta posible solución a las diferentes problemáticas sociales no es más ni menos que un trabajo en equipo a gran escala.

                                      

     ¿Qué podemos decir en cuanto a la enfermería dentro del contexto mundial actual? Dentro de los reclamos más notorios durante estos meses nos encontramos con los que nacen desde nuestra profesión; mejores sueldos y condiciones de trabajo son los más escuchados. Es innegable que hay una gran deuda histórica por parte de nuestros dirigentes con la profesión, como es innegable que existe también la necesidad de promover el cambio necesario desde dentro de la misma. Ese es el compromiso a asumir y, parte de ese compromiso, puede aflorar a partir del trabajo en equipo que, aunque no es tarea fácil, nos va a demostrar que el éxito es un proceso de mérito colectivo y no individual.

     ¿Qué es el trabajo en equipo? Es más que individualidades dentro de un grupo, es una manera de trabajar en la que todas las personas que lo conforman tienen un objetivo en común y son responsables de las metas. La construcción de confianza, el establecimiento de objetivos comunes, la creación de un sentido de pertenencia, el involucramiento de todos en las decisiones, el entendimiento de las partes, la motivación y, sobre todo, la comunicación, son elementos imprescindibles para logar formar un equipo.

     Como dijimos en el párrafo anterior, dentro de los elementos imprescindibles para lograr esta metodología de trabajo nos encontramos con uno fundamental, la comunicación. En nuestra primera entrada dijimos que la comunicación no violenta nace a partir de la conexión con uno mismo a través de la compasión, y es justamente ese ejercicio el que nos va a guiar al auto-conocimiento. Conocerse profundamente aceptando cómo somos, aprendiendo y reflexionando a partir de nuestras experiencias, sumado al conocimiento del entorno, nos va a ayudar a reconocer cuál es nuestro mejor rol dentro de un equipo y a trabajar en un contexto en evolución permanente, pudiendo adaptarnos al mismo. La comunicación efectiva es fundamental para el trabajo en equipo y para lograrlo es necesario aprender a escuchar con empatía para poder percibir lo dicho por otro desde una perspectiva más amplia que la nuestra.

     ¿Por qué el trabajo en equipo puede conducir a la solución de los problemas? Ya hemos dicho que este año es particularmente favorable para la visualización de la enfermería por parte de toda la sociedad y que constituye la gran oportunidad para reclamar por el lugar que la profesión se merece; pero no nos limitemos al clamor y a la queja, promovamos el cambio desde dentro. Si tan necesario nos resulta ese cambio transformémonos en los líderes de ese proceso. El líder es esa figura que emerge entre todos los que forman parte de un equipo y que guía los procesos de conformación y acción y coordina los esfuerzos individuales llegando al consenso y la toma de decisiones a partir del ideario colectivo. Para formar un equipo no basta con juntar acciones individuales, sino que es necesaria la elaboración conjunta del trabajo, entonces, si somos parte de un grupo que ejerce la misma profesión, hagamos de ese grupo un equipo que trabaje en pos de conseguir, entre muchos otros objetivos, ése que tanto anhelamos: Mejores condiciones de trabajo para brindar el mejor cuidado posible y sueldos más justos. La formación y capacitación permanente, junto con el trabajo en equipo, nos va a conducir inexorablemente a brindar cuidados de calidad y a lograr el reconocimiento casi unánime de la población. A partir de allí vamos a estar mejor posicionados para intentar evitar que nuestras exigencias sean eludidas por las autoridades. Unámonos primero en el trabajo para lograr estar unidos en el clamor. Quizás este sea la actitud necesaria que sirva también como inspiración a los demás para trabajar en pos de un mundo mejor. Recordemos siempre la frase del escritor japonés Ryunosuke Satoro:

                    “Individualmente, somos una gota. Juntos, somos un océano”