Anestesia emocional.

 


   

     ¡Queridos lectores! En esta oportunidad nos dirigimos a ustedes para compartirles una aproximación sobre el tema “anestesia emocional”, para que, si se sienten identificados o si se dan cuenta que lo que les está ocurriendo en este momento de pandemia es algo similar, puedan buscar las herramientas para combatirla y lograr salir de ese estado.

     Sentirnos desconectados de nuestras emociones momentáneamente puede servirnos como una pequeña ayuda para afrontar situaciones difíciles, situaciones en las que los sentimientos pueden empañar nuestros sentidos de la realidad y llevarnos a estados extremos emocionalmente, pero cuando esta desconexión es a largo plazo nos encontramos ante un desorden que incide en nuestro día a día y nos inhabilita para vivir una vida completa y saludable. Las emociones son necesarias para sobrevivir, nos dan pistas de lo que necesitamos y de lo que tenemos que evitar para posteriormente tomar decisiones; el no permitirnos sentir emociones es un problema tanto para formar relaciones sanas con los demás como para con nosotros mismos.

     ¿Qué es la anestesia emocional?  Es un desorden que implica un comportamiento de desapego y falta  de empatía hacia el resto de las personas y hacia  las propias emociones. A corto plazo puede evitar sufrimientos y desilusiones aplicando el autocontrol del sentir pero, a largo plazo, puede acarrear consecuencias muy negativas en nuestra propia vida y con las personas que nos rodean.

     ¿Cuáles son sus causas? La causa de la anestesia emocional suele estar basada en la necesidad de control de las emociones. Esto es algo que puede haberse aprendido a lo largo de una vida donde han existido ciertas presiones o situaciones complicadas que han acarreado experiencias traumáticas y que estas personas ya no quieren volver  a sentir, o una educación en la que se les enseña desde niños a controlar excesivamente los sentimientos y puede desembocar en este trastorno ya que la persona  en la etapa adulta tenderá a auto-censurar sus propias emociones siguiendo un patrón imitado o aprendido.

     Encontrar los síntomas que reflejen una situación de anestesia emocional es una tarea que puede ser complicada debido a que todos en algún momento de nuestras vidas buscamos desconectarnos, sentir incapacidad para experimentar y expresar emociones con normalidad, incapacidad de sentir empatía para con otras personas, sentirnos adormecidos y confusos o mostrar extrema racionalidad antes situaciones con carga emocional.

     Las personas que viven en este estado de desconexión pueden presentar cierta inclinación al arte o a la ficción para tratar de sentir aquello que el vacio del día  a día no le permite expresar, también pueden hacer uso de sustancias nocivas para la salud como las drogas o el alcohol para poder dejar a un lado la presión a la que se someten.

     Cuando la falta de empatía o la ausencia de emociones se producen a largo plazo y de forma continua las personas tienden a vivir aisladas. Esta falta de conexión a largo plazo incide en las persona evitando que pueda llevar una vida plena, tanto en su entorno laboral como familiar.

     ¿Cuáles pueden ser las señales que nos indicarían que transitamos la anestesia emocional? Esas señales pueden ser falta de motivación en hacer aquello que siempre nos ha gustado, desánimo, pensamientos tales como “ojalá que no me pase nada malo”, ponernos a pensar en todo momento si estamos bien o no, darnos cuenta que los temas que antes nos perturbaban ahora no nos hacen sentir nada, comer en exceso (como sucede actualmente transitando la cuarentena), tener dificultades para poder conciliar el sueño o dormir demasiado, dejar de preocuparnos por nuestra imagen, por nuestra familia, pareja y/o amigos.

     Tratar este desorden a tiempo es esencial y se puede llevar a cabo a través de terapias con profesionales para lograr identificar nuestras propias emociones, enfrentarnos a ellas y comprenderlas, como así también para poder despojarnos del auto-control emocional que nos impide vivir una vida llena de emociones y salud. Si identificamos algunas de estas señales es recomendable  buscar ayuda profesional pero también es importante lo que podamos hacer por nuestros medios: hacer actividades, tener proyectos, hacer aquello que hemos pospuesto, aprender algo nuevo a través de cursos online o no exponernos a ver noticias que sean sólo negativas, entre muchas otras cosas que podemos hacer.

     Siempre va a resultar mejor pensar  que la vida es afrontar tanto lo bueno como lo malo; disfrutemos lo bueno cuando ocurre y procesemos y aceptemos lo malo también, trasformemos esas emociones negativas en acciones superadoras. Transformarnos, cambiarnos a nosotros mismos para avanzar, enfrentar retos y crear proyectos es tener el deseo de vivir y seguir adelante.

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