¿Héroes o Profesionales?
¡Hola, estimados lectores! En esta nueva entrada queremos compartir con ustedes un video titulado ¿Héroes o profesionales? de la Lic. Alicia Galfasó, psicóloga egresada de la UBA y especialista en psicotraumatología y psicología de la emergencia, quien generosamente accedió a la petición de permitirnos publicar el mismo. Luego de disfrutar del video los invitamos a leer nuestra reflexión y dejar un comentario si así lo desean.
En estos últimos
meses es común escuchar o leer en los medios de comunicación y en las redes
sociales que la sociedad ensalza a los profesionales de la salud
considerándolos héroes. Es la palabra que más se utiliza cuando se hace
referencia a enfermeros o médicos ¿Pero nos pusimos a pensar qué significa la
palabra héroe? Creemos que no nos detuvimos a pensarlo bien y como futuros
enfermeros/as deberíamos conocer bien su significado, quizás descubramos que no
siempre resulta conveniente comportarse como un héroe o situarse en ese papel
como metodología o filosofía de trabajo.
Según la Real Academia Española, entre
muchas otras definiciones, un héroe es la persona que actúa de manera
valerosa y arriesgada en beneficio de una causa noble. En los cómics estamos
acostumbrados a ver que los héroes resuelven cualquier situación, por más
adversa que sea, con poderes sobrehumanos. En la mitología griega los héroes son
hombres nacidos de un dios o una diosa y de un ser humano, por lo cual eran
considerados más que hombres y menos que dioses. Conociendo estas definiciones
¿Nos atreveríamos a seguir llamando héroes a los profesionales de la salud?
¿Consideramos que son semidioses que pueden comportarse siempre de manera
valerosa y arriesgada y resolver cualquier problema? Si pensamos que sí
estaríamos cometiendo un grave error. Y más grave sería ese error si cuando
hacemos las prácticas de enfermería o en un futuro trabajemos como enfermeros
consideremos que nuestro deber es dar siempre respuestas heroicas ante cada
situación o que debemos poder salvar la vida de todos los pacientes de manera
obligatoria.
¿Cuál es el riesgo que corre un
profesional al comportarse siempre como un héroe? Ese profesional va a
manejarse en términos heroicos: éxito o fracaso. Manejarnos en esos términos va
a impedir que podamos contemplar todas las variables que pueden llegar a
influir en la resolución de un problema. Un mismo profesional puede dar
respuestas diferentes a situaciones similares porque esas respuestas van a
estar condicionadas por una gran diversidad de factores que escapan a su
control. Si no entendemos que no podemos ejercer un control total de todas las
variables y queremos dar siempre respuestas heroicas, tampoco vamos a poder
aceptar malos resultados y los vamos a considerar como fracasos. Si nos
manejamos en esos términos vamos a entrar en el circuito de la frustración, la
peor emoción para los profesionales, porque a diferencia del enojo, bronca o tristeza,
que son transitorios, la frustración va impactando hasta que un día nos saca
las ganas de seguir adelante.
El comportarse como héroe puede acarrear
el peligro de sentirnos omnipotentes y sentir que nada nos puede pasar y que
todo lo podemos. Pensemos qué resultado traería en la situación actual de
pandemia creer eso, seguramente nada bueno. Podemos permitirnos tener
respuestas heroicas, realizar una acción muy abnegada en beneficio de una causa
noble, pero no podemos permanecer en ese lugar por tiempo indeterminado. No
podemos sucumbir a los deseos de la sociedad ni a los nuestros de asumir ese
papel, sobre todo en una situación de crisis en virtud de la cual se convoca a
los profesionales cuando la misma ya empezó, corriendo con la desventaja del
factor tiempo.
Y ahora nos preguntamos ¿Cómo deberíamos
manejarnos? Deberíamos empezar por entender que un profesional debe asumir el
compromiso absoluto de dar una respuesta haciendo lo mejor posible, y lo mejor
posible es hacer todo lo que en un momento y contexto dados yo puedo hacer. Si
aceptamos que queremos ser profesionales y no héroes vamos a descubrir que hay
un largo camino por recorrer y es precisamente el camino a la excelencia. Es el
que nos va a dar el impulso necesario para ir adquiriendo cada vez más
conocimientos y experiencia. Y hablamos de excelencia, no de perfección. Ser
profesional es tener conciencia de que somos seres humanos y como tales tenemos
emociones. Como seres humanos podemos sentir miedo, angustia, desesperación, podemos
cometer errores o podemos no poder cumplir con todo lo que deseamos entre otras
tantas cosas, pero eso no significa fracasar. La clave está en aprender a
gestionar nuestras emociones, hacer las cosas de la mejor manera posible en
todo momento y aprender a trabajar en equipo; trabajar en equipo y ser uno más
dentro de él nos ayuda a sentir que uno está contenido y que contiene a los
demás, que uno es cuidado y que te cuidan.
Los héroes también pueden transformare en villanos cuando la suerte no está de su lado y no cumplen las expectativas de los demás ¡Ni héroes ni villanos! Capacitémonos, trabajemos en equipo, gestionemos recursos, aprendamos a trabajar la frustración, cuidemos a los demás y practiquemos el auto-cuidado, en definitiva, seamos profesionales. Como dice en el video la Lic. Alicia Galfasó: ¡Que lo que nos apasiona no nos enferme! ¡Nos vemos en la próxima y no olvides dejar tu comentario!
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